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Se sentía bella y mujer.
Una sonrisa maternal se asomaba tímida en sus labios.
Sus mejillas sonrosadas daban muestra de su felicidad.
La vida estaba en ella, la llevaba en su joven vientre.
Latidos al compás de sus latidos. Era sentir caricias en el alma; era sueño;
era todo; era pequeña grandeza; era luz celestial; don divino; era vida plena.
¡Feliz día de la madre a todas!
Maribel Trescher
(De la obra Poemas, Letras, Fragmentos y Cuentos, Tomo: Amores)
