Los Últimos Sobrevivientes.

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¿Dónde están nuestros hogares?
¿Dónde nuestros padres, nuestros hijos?
Hermanos, ya no distingo el cielo.
Hermanos, ya no sé qué hay bajo mis pies.

¿Recuerdan los días de sol?
¿Recuerdan las impetuosas tormentas?
Todos ellos han partido con el resto.
Todo ha pasado a ser vago recuerdo.

¿Dónde está la azul inmensidad?
¿Dónde están nuestros verdes escondites?
Hermanos, ya no beberemos.
Hermanos, ya no nos alimentaremos.

¿Recuerdan las noches de luna llena?
¿Recuerdan que en el cielo miles de ojos vigilaban?
Ahora todas las noches son sin luna.
Ahora los ojos vigilantes nos han dado la espalda.

¿Dónde construiré mi nido?
¿Dónde cavaré mi cueva?
Hermanos, ya no hay dónde soñar.
Hermanos, ya no es seguro parir aquí.

¿Recuerdan cuántos aromas existían?
¿Recuerdan los colores y texturas?
Pensar que esto había sido el paraíso,
hasta que ellos llegaron.

¿Dónde encontraré a mi amor?
¿Dónde estoy hoy y en dónde estaré mañana?
Hermanos, algo anda mal.
Hermanos, es extraño, respirar duele.

Recuerdo cuando todo florecía.
Recuerdo lo mucho que aprendí.
Ahora, ya nada crece.
Ahora, ya nada de eso sirve.

¿Dónde se han escondido todos?
¿Dónde están la luz y la vida?
Hermanos, ya quedamos pocos.
Hermanos, ya no puedo verlos más.


Maribel Trescher (De la obra Poemas, Letras, Fragmentos y Cuentos. Tomo: El Enemigo en la Tierra)